3/29/2010

Marathon.



Si no fuese ridículo sería una tragedia. 




Alicia: Pero es que a mí no me gusta tratar a gente loca
Sombrerero Loco: Oh, eso no lo puedes evitar. Aquí todos estamos locos. Yo estoy loco. Tú estás loca.
Alicia: ¿Cómo sabes que yo estoy loca?
Sombrerero Loco: Tienes que estarlo, o no habrías venido aquí.
(Alicia en el país de las Maravillas)

3/27/2010

La Boca (de Buenos Aires)






Querida Moira, 

Mi nombre es Ric. 
Estoy sentado en el rellano de la escalera apoyando la espalda contra la pared y las manos sobre mis rodillas.
He llamado a tu puerta unas quinientas veces, sé que estás en casa.
No me has querido abrir, ni a mi ni a los demás; has vuelto a introducir la llave en la cerradura y has dado dos vueltas más de tuerca asegurando el pestillo.
Sé que te has vuelto a sumergir entre tu edredón de plumas.  
Tras las tres primeras horas ya había agotado todos los cigarrillos de mi paquete y te he visto a través de la puerta.
Te veo. Tus manos sostienen una pequeña vida que te intenta transmitir un calor que no sientes mientras tu boca paladea un regusto amargo de sabores mezclados que no quieres tragar de ninguna manera. Tus ojos están siendo atacados por rayos beta y gamma y tus oídos se perforan con sonidos que flotan en una ruidosa estática.
Tu nariz, tu pequeña nariz, permanece olvidada, perdida en ese universo de sentidos abandonados.
 Cuando me hablaste la primera vez, Moira, pude ver cómo querías esquivar tu mente, que tanto  te hace sufrir, y perderte en ese lugar en el que no te hace falta actuar, pasear por un escenario de fantasía fácil en el que nadie te observa.
Querida, las energías son absorbidas por tanto sinsentido ajeno y aunque el cansancio invita a pararse, a darse por vencido, tú eres una luchadora.
Nunca te has cansado de luchar, porque te gusta.
Porque la embriaguez del triunfo mitiga el efecto de la desesperanza y a ti no te gusta perder ni a las chapas.
Tienes una nueva victoria que celebrar, aunque la batalla haya arrastrado campos de ilusión.
Ahora me voy, si quieres un beso escríbemelo.

Ric. 




Pasé una gran parte de mi vida, hasta los 28 años, esperando a que mi vida comenzara. Pensé que en cierto punto me convertiría de un capullo a una mariposa, que mi verdadera vida podría empezar. Si tuviera que vivir de nuevo esa etapa de mi vida, preferiría vivir el lapso entre los 18 y los 28 sabiendo que sería así, que nada ocurriría repentinamente, que el tiempo pasa, que eres lo que eres, y haces lo que haces.
(Roger Waters)

3/23/2010

Báilame un tango.




Mi primavera te alterará la sangre.






¿Por qué? Porque tus incentivos siempre te llevarán a saber que hay una casilla mejor que la que has elegido.
(Kuhn)

3/22/2010

Mamá, vuelve ya.



Dices.
Me dices loca.
Por no saber llorar otra cosa
que no sean palabras,
entre mis verdades a medias
con un cúmulo de contradicciones mal alineadas.

Me dices caótica.
Por no gustarme perder ni a las chapas
y vivir desconfiando del tiempo,
aún más que en la suerte
palpando todos los sabores de la dulce soledad.

Me dices excéntrica.
Por no necesitar alas
en mi búsqueda de otro imposible,
por bañarme en este intento de huracán
astillada en cicatrices
que saltan a gritos escapándose a un nuevo lugar.

Dime.
Digo.
Me dices.
Dime.
Y, ahora, déjame en paz.




"En resumen: 
1) El cosmos es una rueda de la fortuna gigante dando 10 000 revoluciones por minuto. 
2) El hombre es una mosca mareada dando un paseo en esa rueda.
 3) La religión es la teoría de que la rueda fue diseñada y puesta en marcha para darle el paseo ".
(Henry Louis Mencken – El Sabio de Baltimore)

3/20/2010

Las paredes no tienen oídos.



Moira camina por la acera derecha de la calle. Lleva ropa de deporte y le acompaña su perra.
Cuando entra en la panadería se quita los cascos y puede oler el desayuno.
-Buenos días, chica, ¿En qué te puedo ayudar? - le pregunta el dependiente.
-¡Buenos días! Querría una palmera y una barra de pan. - le contesta ella mirando la repisa con todos los panes y la vidriera de pasteles.
-¿Blanca o de chocolate?- y la mira - La palmera digo...
-De chocolate, por favor.
-Mmm....no me quedan. - y la vuelve a mirar.
-Pues entonces blanca. - Ella sonríe.
El chico se da la vuelta y cuando se vuelve a girar le dice que tampoco tiene; ella le pide una napolitana.
-¿De chocolate o de crema?
-De chocolate.
-Tampoco tengo. 
-¿Y de crema?
-No, tampoco. 
Moira le mira escéptica, empieza a ponerse nerviosa.
-Sólo quiero la barra de pan, por favor.
-Magnífico, ¿Integral o normal?
-Normal, normal - comienza a rebuscar monedas en la cartera. - ¿Cuánto es?
El muchacho va a la caja registradora y marca iterativamente números mientras la máquina empieza a escupir cada vez más papel blanco.
-Seis con ochenta y siete, por favor.
-¿El pan?
-No, la palmera y la napolitana. El croissant te lo pongo de regalo.
Se queda de piedra y le dice que ella sólo quería una barra de pan.
-Es que pan no nos queda, es tarde muchacha. 
-Está bien, está bien.  No quiero nada, no se preocupe - mientras que se da la vuelta el chico sale detrás de ella.
Eh! ¡Espera! ¿Me das tu número de teléfono?
-¿Cómo? Llevo veinte minutos para que me des una barra de pan y ¿ahora me pides mi número de teléfono?
Él se queda inmóvil en medio de la calle y se le cae de las manos el bloc de notas que llevaba para apuntar.
-Era solo para llamar antes de que enviemos el pedido, para saber si hay alguien en casa.




Por hermoso a amar a quien le ama...
y si yo no so desechado por dulcinea, 
bástame estar ausente della. 
(Don Quijote de la Mancha)

3/18/2010

Espabílate, o por lo menos organízate.




-Eso es lo que le pasa a la gente como tú.
-¿La gente como yo?
-Sí, la gente como tú. Los que no sentís.
-Yo sí que siento, sino sería un monstruo.
-Entonces no lo reconoces.
-Mira guapo, no intentes decirme como soy. Ya te he dicho que no te voy a querer, te lo dije la primera vez que me besaste y el que avisa no es traidor; si no te gusta esto puedes desaparecer.
-¿Me odiarías?
-No, nada cambiaría. Sólo que dejaríamos de acostarnos.
-No lo entiendo.
-No hay que entender nada Ric, nada de nada. Nos llevamos bien, tenemos sexo, nos vemos de vez en cuando y si dejamos de vernos todo volverá a como antes; me gusta cuando duermes conmigo.
-Entonces me odiarías si dejase de verte.
-No.
-¿Ves? No tienes sentimientos.
-Si te quisiera te odiaría, cierto.


Ha perdido usted la confianza en todo y cree que vengo a halagarle con segundas intenciones. ¡Como si hubiera vivido usted mucho! ¡Como si entendiera muy bien lo que es la vida! Ha ideado una teoría y se avergüenza de haber fracasado, de no haber resultado muy original. El resultado ha sido infame, la verdad; pero, a pesar de todo, no es usted un miserable sin esperanza. (...). ¿Sabe en qué concepto le tengo? Le tengo por uno de aquellos que, si encuentran una fe o un Dios, son capaces de mirar sonriendo a los verdugos que les arranquen las entrañas. Bien, pues encuéntrelos y viva. En primer lugar, hace tiempo que necesita usted cambiar de aire. En realidad, el sufrimiento también es una cosa buena. Sufra usted. Quizá tenga razón Mikolka al querer sufrir. Ya sé que no es usted creyente, pero no se haga el listo filosofando; entréguese a la vida francamente, sin razonar. No se intranquilice, la vida le llevará en línea recta a una orilla y le levantará. ¿A qué orilla? ¡Cómo quiere usted que lo sepa! Lo único que creo es que aún ha de vivir usted mucho.
(Crimen y Castigo, Fiador Dostoievski)

3/16/2010

Con un pie en Leeds.



Me dijo que con 18ºC se subió a una nube y se quedó mirando cómo hacían carreras los coches. 
Mientras, escuchaba las gotas de vapor evaporarse y jugaba saltando de una a otra. 

Y seguía jugando a ser mayor. 


-¡Pero de qué vas! Soy un 99% perfecta, ¡hombre!
-¿Ah, si? Y, ¿el 1% restante de qué es?
-Estar seria, que no se me da bien.
-Pues eso puede ser un problema… Pero vamos, creo que eso se podría pasar, es un error divertido.
-Bueno, si te soy sincera…tampoco hablo ruso, ni se me da bien la química orgánica… ¿Y tú?
-¿Yo? ¡Un 100% perfecto!
-Ya veo, ya... ( y se ríen)
-Es que con esto de que trato de ligar contigo…
-Ya, y yo que te dejo….
(Mis extrañas coincidencias)

3/15/2010

Viena.



Aquel doce de marzo soplaba un rezumbón viento del norte que danzaba pícaro por todos los rincones de Karlsplatz. No eran más de las siete de la tarde y las calles vacías sólo contaban con los más rezagados volviendo de trabajar.
Desde el café Museum se alumbraba la esquina con Ringstrasse y a través de sus ventanas se veían en las mesitas, adornadas por lámparas de pie que se parecían a las que había visto en las croissanteries de París, parejas y grupos que charlaban con distintos tipos de strüdels delante.
Siempre había sido dicho que era el lugar de encuentro de los más intelectuales, de las copas después de la Ópera y de los negocios más macabros; también muchas veces plagado de inmensas muchedumbres de turistas y alcohólicos de buen ver.
Cada vez que la puerta se abría, un chorro de aire frío hacía que me girase; aquella vez entraron dos mujeres por la puerta. La primera, de unos cincuenta ó sesenta años, tenía el pelo corto y era de corta estatura. La segunda, en cambio, era una muchacha joven y morena, de pelo largo; no le calculé más de 1,75 de altura.
El resto de la historia, se la pueden imaginar.


-Cásate conmigo.
-Sólo tengo diecinueve años. 
-Eso no importa.
-No me conoces. Podría estar loca, o ser una psicópata o sólo decir que sí por tu dinero. 
-Sólo tienes que pedirlo, todo está a tu alcance si dices que sí. 
-No. 
-¿Por qué? ¡Te ofrezco todo, cualquier mujer diría que sí!
-Porque no soy la puta de nadie. 
En mi defensa he de decir que cuando me despedí de ella era ya catorce de marzo y que me enamoré cuando la vi gritar ante "Judith".




"Todo el mundo es especial.                                                                                
Todo el mundo. 
Todo el mundo es un héroe, un amante, un loco, un villano. 
Todo el mundo.
Todo el mundo tiene su historia."
(V de Vendetta)

3/11/2010

(O) de Óptica o de Ovidio.


De pronto, ¡plof!  todo ha cambiado.

Guiña un ojo. Luego, lentamente, el otro.
Quizá eres tú lo que cambia.







Alice: ¿Por qué no me lo habías dicho antes?
Dan: Cobardía.
Alice: ¿Por qué la amas? ¿Es porque es exitosa?
Dan: No, es porque no me necesita.
(Closer)

3/09/2010

¡Corre que te pillo!


La cama estaba sudada, los cuatro almohadones que recogían a Moira y el edredón que la alejaba del frío que entraba por las rendijas de la ventana de madera parecía como si se hubiesen dado a la fuga. El insomnio de las cuatro de la madrugada hacía que vuelta tras vuelta intentase recuperar el sueño que había comenzado.
Fuera podía escuchar el ruido de las máquinas haciendo su trabajo y sentía cómo cada uno de los pasos que daba se consumía en la nada.

Para eso servía el horizonte. 
A cada paso que daba, éste se alejaba un paso más. Y así continuamente. 

Presa del miedo ó presa de la necesidad. El bucle del delirio que la acunaba entre no saber si era la ansiedad por conseguir lo que no tenía o el pánico a perder con lo que ya contaba. 
Fiel a ella sonaba por su piel el reloj que acortaba su vida llevándola a vivir a una intensidad del 120 por ciento. 

Cuando sonó el despertador entendió para qué servía el horizonte. 
Servía sólo para seguir caminando. 

"Aquellos que nunca se retractan de sus opiniones se aman a ellos mismos más que a la verdad"
(Joseph Joubert)

3/07/2010

Diario de una psicópata.




Le encontré en un portal por el que pasaba aquella noche mientras intentaba buscar alguna tienda 24h en la que me vendiesen un paquete de cigarrillos y otra botella más de ron. 
Su camisa estaba desabrochada, apoyaba la cabeza sobre la pared y tenía los ojos cerrados. Me recordó a los viajes en autobús que hacíamos todas las temporadas de ciudad en ciudad cuando cantaba en Londres, cuando el último chute de cocaína nos dejaba anclados en la puerta del hotel. 
Me agaché. 
-Lárgate, zorra. 
Se metió la raya que le puse sobre la repisa. Siguió sin mirarme a la cara. 
Nunca más le volví a ver. 




¿Sabes qué es lo que tiene el caos?
Que es justo. 



“Sin saber que era imposible, ella fue y lo hizo” (Jean Cocteau)

3/06/2010

Gastrointeritis helicoidal.


Alicia, tómate una de estas.
Necesitas dormir.
Improvisar todo el día resulta agotador.




Mejor que la droga. Mejor que la heroína. Mejor que el costo, coca, crack, chutes, hachís, rayas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripas, ácidos, LSD, éxtasis. Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, una orgía, una paja, el sexo tántrico, el Kamasutra, las bolas chinas. Mejor que la nocilla y los batidos de plátano. Mejor que la cara “B” de ‘Abbey Road’, que los solos de Hendrix. Mejor que el pequeño paso de Neil Amstrong sobre la luna, el Space Mountain, Papá Noel, la fortuna de Hill Gates, los trances del Dalai Lama, las experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágeno de los labios de Pamela Andreson. Mejor que lo excesos del Marqués de Sade, Rimbaud, Morrison y Castaneda. Mejor que la libertad. Mejor que la vida.
(Quiéreme si te atreves)

3/04/2010

La filosofía del que no pensó.

-Juguemos a un juego: si sale cara te quedas y si sale cruz dejo que te vayas.
Ella le miró mientras se ponía de nuevo sus botines.
-¿Y si sale de costado?
-¿Es eso posible, Jen?
Se rió de ella mientras seguía tumbado en el sofá exactamente en la misma posición que hacía veinte minutos.
-Si no lo es, lo descartamos entonces.
-Bésame. – le dijo él.
Ella siguió tranquilamente anudándose los cordones de sus botines marrones sin mirarle.
-Jack, prométeme una cosa. – le dijo cuando se levantó y se estaba poniendo el abrigo.
-Dime.
-Prométeme que no te vas a acostumbrar a mi. Que no te vas a acostumbrar a mi sonrisa. Ni a la forma en la que te escucho. Ni como me acurruco a tu lado cuando te abrazo por las noches. Ni al olor que reconoces cuando te acercas a mi manta. Ni a mis coletas de “Peebles” de los Picapiedra. Ni a mis preguntas como respuesta a las tuyas. Ni a mis besos. Ni a mis mofletes de Heidi. Ni a como te miro atravesándote los ojos…
-¿Por qué me dices eso?
-Porque cuando desaparezca, si te acostumbras a ello, lo echarás de menos.
-Te lo prometo.- contestó Jack titubeando.
-Ya, es una lástima que las promesas no valgan nunca para nada.
Cerró la puerta tras de ella y Jack siguió tumbado en el sofá recordando su cara la primera vez que la miró aquella mañana. 



Arquitecto: Lo que nos lleva por fin al momento de la verdad en el que se manifiesta 
ese fundamental defecto de base y se revela la anomalía al mismo tiempo 
como principio y como fin. […] 
Como bien has dicho, el problema es la elección, 
pero ambos ya sabemos qué vas a hacer, ¿verdad? Puedo notar ese proceso en cadena, 
esas reacciones químicas que provocan la aparición de una emoción diseñada específicamente 
para escapar a toda lógica, una emoción que ya te está impidiendo ver la verdad más obvia y sencilla: 
esa chica va a morir y tú no podrás hacer nada para impedirlo. 
La esperanza: la quintaesencia del engaño humano que es al tiempo la fuente de vuestro mayor poder y de vuestra mayor debilidad.
Neo: Yo que usted, esperaría no volver a vernos.
Arquitecto: Y así será
(Matrix)

3/03/2010

Muda vio a todos sus fantasmas desfilar por la orilla.




Podría haber continuado,
pero el vacío siempre vuelve, como el amor.


Sabes ya que a lo más a lo que puedes a aspirar es a evitar lo peor.
(Italo Calvino)