10/19/2010

¿Para cenar? Espinas y un poco de ron.






Llevaba los mofletes colorados y un gorro a rayas, naranja y verde pito, mientras conducía entre los árboles hacia algún sitio que las gotas de lluvia no le permitían recordar. En su Opel Corsa negro, de cristales tintados, que tanto le recordaba a Ric, quizá porque fue allí donde se despidieron la última vez. En el maletero, siempre lleno de relojes y cuchillos, cargaban dos cajas recién llegadas de más allá, sólo faltaba por llegar la última maleta amarillo limón repleta de muñecas entre bambalinas y cajas de música.
Buenos días para los males de ojo.
-Mon, ¿Cómo vas? – la melodía del despertador de después de la siesta pone en marcha el manos libres.
-Hola Ric, estoy llegando. ¿Tú?
-Te espero en la barandilla.
Suena un clic y se corta la llamada. Se desvía, aparca el coche sobre un paso de cebra y le tapa los ojos desde atrás.
-¡Pide un deseo!-le dice dándole un beso en la mejilla derecha.
Cuando se gira puede ver que su nariz está roja, azotada por el frío, pero que sigue teniendo el mismo tamaño pequeño y rechonchito que siempre. Sus hoyuelos igual de marcados. Él había pensado que igual ella ya no quería patinar después de todas las palomas que le había mandado en los últimos quince días. Se había olvidado de los juanetes de sus pies y los dientes de oro en su estómago.
-¿Te arrepientes?
-He cambiado el color del cristal con el que mirarlo. Y sí, aunque tú te asustaras cuando te dije que no sabía si todo iba a seguir igual.
-No puedo decirte si has hecho bien o mal.
-Por eso he venido. No necesito que nadie más me diga lo que tengo que hacer, nadie puede entender lo que hay dentro. Algunos te acompañarán, otros seguirán enfrascados en ellos mismos. Y mientras tanto tú tienes que sacar la vida de detrás de las esquinas.





"Mira, gorgoteó la Morla, somos viejas, pequeño, demasiado viejas y hemos vivido bastante. Hemos vivido demasiado. Para quien sabe tanto como nosotras nada es importante ya. Todo se repite eternamente: el día y la noche, el verano y el invierno.. el mundo está vacío y no tiene sentido. Todo se mueve en círculos. Lo que aparece debe desaparecer y lo que nace debe morir. Todo pasa: el bien y el mal, la estupidez y la sabiduría, la belleza y la fealdad. Todo está vacío. Nada es verdad. Nada es importante."
(La historia interminable)

11 comentarios:

  1. ok te he firmado en la de abajo
    es igual, esta me gusta igualmente

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  2. Como me gsta la historia sin fin, la tortuga q habla con Atreyu y q tiene alergia a la juventud.

    Monica, debe tener una paciencia, y comprende, asi deberian ser algunas.

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  3. que escena tan encantadora...aunque soy mas de ron, que de espinas...!;)
    muuah!

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  4. Me gustó mucho la entrada, al igual que tu blog jiji. Te sigo^^ pasa por el mio, www.woondeerfulthings.blogspot.com :D

    besitoos, floori(:

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  5. (a mí me da susto patinar los días de invierno)


    pd: café
    caliente
    para luego

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  6. parece un poco fuerte para una cena,pero bueno :P
    me gusto tu blog y la foto de la entrada.

    un besico!

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  7. si me dijeras, ahi esta.
    Yo te diria no lo quiero, gracias
    Pq no te soporto, aun no borro de mi memoria lo q me haz hecho.

    Pero solo si me dijeras,ok
    como si fuera un regalo. q no me doy cuenta.

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  8. ¿Y por qué ron, pudiendo coger vino? Emborracha más, sin duda.

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