3/24/2012

Por regresar de entre los muertos con la llave del futuro



-A mi no me gusta que me pongan boca abajo hasta que me suba la sangre a la cabeza, ahí ya tengo demasiada sangre. Ni que me choquen por todas partes o intenten asustarme; a mi lo que me gusta del Luna Park es la sensación del viento contra la cara mientras mis brazos hacen una fuerza brutal para aguantarse a la barra del carrito. El vaivén de la montaña rusa escapándose a 193 kilómetros por hora.
Es algo médico, tendrían que llevarnos una vez a la semana a montar en la montaña rusa. - Monipenny se rió, lo hizo como si de una sátira se tratase, buscando ahuyentar al miedo albergándose en el humor.
La primavera llegaba acompañada por las alergías, los sarpullidos en la piel nacían a medida que el frío se iba alejando a la vez que dejaba su recuerdo en el ángulo izquierdo de su ventrículo derecho, para que no se le olvidase que volvería. A Mon ya le habían dado un toque de atención, no podía seguir escapándose por los cerros de Úbeda, ya había tenido muchos meses de asueto y tenía que volver a hilar algunos pasatiempos escondidos en el cajón de la mesilla.
-Ya va siendo hora de que te recicles, lady. - Le comentó Ric en el último aire que tomaron. -Por lo menos, vuelve. 
Ella se había dado cuenta de estar más dispersa que nunca, quizá por la poca gana de encontrar tiburones dentro del agua con el que regaba sus cactus todos los días. Era como esa espina que se le había incrustado en el dedo índice y ya no quería marcharse. Y es que se estaba tan calentito allí...





-Lo que intento decirte es que entiendo lo que es sentirse el ser más pequeño, insignificante y patético de la humanidad y lo que es sentir dolor en partes del cuerpo que ni siquiera sabías que tenías. Y da igual cuántas veces te cambies de peinado, o a cuántos gimnasios te apuntes, o cuántos vasos de Chardonnay te tomes con las amigas, porque sigues acostándote todas las noches repasando todos los detalles y preguntándote qué hiciste mal o qué pudiste malinterpretar. Y cómo puñetas en ese breve instante pudiste pensar que eras tan feliz. A veces incluso logras convencerte de que él verá la luz y se presentará en tu puerta. Y después de todo eso y aunque esa situación dure mucho tiempo, vas a un lugar nuevo y conoces a gente que te hace recuperar tu amor propio. Y vas recomponiendo tu alma pedazo a pedazo, y toda esa época difusa, esos años de tu vida que has malgastado, empiezan por fin a desvanecerse.
(The Holiday)