7/09/2012

Yo sí quiero un título.




Se podía llegar a plantear la vida incluso como una rueda, observando lo monótona y aburrida que debía de ser una de sus jornadas. Regresar siempre al principio, irse una noche a la cama para saber que en unas horas tenía que volverse a levantar.
Desde que volviera de los confines de los brazos de su abuela, Silvia caminaba siempre por las mismas calles, iba a los mismos sitios, veía a la misma gente en el autobús y leía los mismos libros; pero lo peor de todo, sin duda, era que siempre estaba la misma persona al otro lado del espejo, con los mismos gestos, iguales caras, una y otra vez. No era que hubiese perdido su vida como si de un aéreo con destino al lugar más magnífico del mundo se tratase, era más bien la inconsistencia de ignorar cuáles de los caminos que tenía delante estaba más iluminado.
Tanto calor fuera y tanto frío dentro, las flores que normalmente poblaban sus faldas se habían vuelto lacias, el olor de la ciudad imploraba con urgencia la presencia de unos nuevos zapatos, o de un captador de luces como el de Dumbledore, para luego poder encender las farolas que se encontrase.




“La esencia de mi opinión actual es que los sentimientos son la expresión de prosperidad o de la aflicción humanas, tal como ocurren en la mente y el cuerpo. Los sentimientos no son una mera decoración añadida a las emociones, algo que se pueda conservar o desechar. Los sentimientos pueden ser, y con frecuencia son, revelaciones del estado de la vida en el seno del organismo entero: una eliminación del velo en el sentido literal del término. Al ser la vida un espectáculo de funambulismo, la mayoría de los sentimientos es expresión de la lucha por el equilibrio, muestra de los ajustes y correcciones exquisitos sin los que, con un error de más, todo el espectáculo se viene abajo. Si hay algo en nuestra existencia que pueda ser revelador de nuestra pequeñez y grandeza simultáneas, son los sentimientos.”
(Antonio Damasio - En busca de Espinoza) 

8 comentarios:

  1. Estremecedor como esas luces....dejo el frío y se llena de palabras y vida.

    Besos

    ResponderEliminar
  2. Precio tu blog tus escritos y esa foto de la luces!!!

    saludos y feliz Martes!!!

    ResponderEliminar
  3. La vida puede llegar a ser muy monótona, pero tal vez un día todo cambie y las cosas tengan más sentido. Un placer volver a leer tus textos, son realmente buenos.

    ResponderEliminar
  4. No siempre el camino más luminoso es el más agradable.
    A veces en las tinieblas se esconden las migas de un inefable esplendor.

    ResponderEliminar
  5. MUY BIEN, CARIÑO, ESTA CLARO QUE LO TUYO ES LA ESCRITURA.......NO, ESCRIBIR ESCRIBE CUALQUIERA, TU PLASMAS UNOS SENTIMIENTOS EN PAPEL PARA QUE OTROS LOS SINTAMOS TAMBIÉN......PRECIOSOS TEXTOS , SIGUE ASÍ......FELICIDADES, Y BESOS DESDE EL PUERTO DE SANTA MARÍA.

    ResponderEliminar
  6. La monotonía...a veces necesaria..otras...desastrosa

    ¿encender las farolas que se van encontrando? eso sería genial...me apunto

    besos señorita

    ResponderEliminar
  7. Original blog y precioso texto!
    Besos

    ResponderEliminar

LOCURA(S)